miércoles, 26 de abril de 2017

GUERNIKA


80 ANIVERSARIO DE LOS BOMBARDEOS DE GUENIKA



VÍDEO DE LA SEXTA COLUMNA



GUERNIKA
Pablo Picasso

Entrevista - José Ángel 'Txato' Etxaniz, miembro del Grupo de Historia Gernikazarra 


 

“El bombardeo de Gernika no fue un genocidio contra los vascos; casi la mitad del pueblo era franquista”


José Ángel 'Txato' Etxaniz, miembro del Grupo de Historia Gernikazarra, lleva más de 30 años recuperando la historia de Gernika, una villa que perdió su memoria tras el bombardeo del 26 de abril de 1937.




 GUERNIKA EN EL AHEYEDO DE ZILBERTI










FANTASÍA COLORISTA



viernes, 21 de abril de 2017

LOS MEDIOCRES



Los mediocres de ahora


Loa mediocres de antes

Por Pedro Taracena
En los años sesenta tuve un profesor que solía decir a sus alumnos que: En una sociedad mediocre, los obispos eran mediocres, los generales eran mediocres, los políticos eran mediocres y hasta los caciques eran mediocres. Albergaba un deseo de explicarnos que no existía un liderazgo capaz de tirar de la sociedad hacia arriba y hacia adelante, que fuera capaz de avanzar rompiendo los paradigmas del pasado. En los años sesenta, más concretamente en mayo del 68, los estudiantes en Francia  pilotaron una revolución que consistía en la imaginación al poder. Apoyados por los intelectuales del momento, los jóvenes deseaban cambiar el mundo. Se planteaban que quien tiene imaginación sin instrucción tiene alas pero sin pies… Sin embargo debatían si la imaginación era más importante que el conocimiento. Más tarde en los años setenta, los portugueses derrocan pacíficamente una longeva dictadura, subiendo a los niños sobre los tanques desplegados en la calle y poniendo claveles en los cañones de fusiles y metralletas. Portugal gritó en las calles homologando el lema: El pueblo unido jamás será vencido.
En la actualidad, en mi querida España, esta España mía, esta España nuestra, cunde por doquier la mediocridad: Calidad general media. De poco mérito, tirando a malo. Pero hago una reflexión con una conclusión contundente. La sociedad española del siglo XXI no es mediocre. En absoluto. En París los estudiantes graffitearon los muros y paredes; levantando los adoquines de las calles buscando la arena de la playa. Fue todo un símbolo de esa lucha por la libertad y la esperanza. Los mediocres siguen alegrándose de que la imaginación no llegara al Palacio del Elíseo. En España los mediocres son los que lideran y propician la Marca España. Pero las mareas y los afectados por la crisis, son los que están en las calles y plazas levantando el asfalto para dar la vuelta a esta patria que los mediocres siguen pensando que es UNA GRANDE Y LIBRE, al grito de: ¡ARRIBA ESPAÑA!
La inmensa mayoría de los políticos son mediocres, los que ostenta el poder y los que están a verlas venir en la oposición. Ni uno solo se juega su prestigio ejerciendo la función pública, porque jamás lo tuvieron. Son mediocres cum laude. Esta columna no mezclará la mediocridad con la inmoralidad, aunque haya muchos casos que se confunden o se complementan.
Los medios de comunicación no aportan ninguna iniciativa para salir de esta mediocridad periodística, radiofónica y televisiva. Pero la telebasura solo justifica que haya profesionales mediocres, no que los televidentes los sean. Cuando hay programas con tirón la sociedad los sigue. Los tertulianos son líderes en mediocridad, nada formados para los temas debatidos, total y abiertamente vendidos al patrón que les paga, están al servicio de la Transición, el franquismo, al inmovilismo y fosilización constitucional. Cualquier iniciativa para salir de este muermo nacional, se considera antisistema. Porque su sistema lo consideran como el Credo de Nicea, inamovible y servible para siempre. Y no quieren reconocer que este sistema ya no sirve para el pueblo, porque está al servicio del Capital, la Iglesia y los Mercados. Los radicales no somos extremistas violentos, solamente deseamos llegar a la raíz de los problemas. Levantar los adoquines de la mediocridad para encontrar la arena de la playa. ¿Una utopía? Sí, pero más viable y realista que el seguidismo de la Unión Europea. La mediocridad se extiende hasta los tecnócratas, funcionarios y ejecutivos de la Europa de los Mercaderes, no la Europa de los Ciudadanos. Ante los próximos comicios europeos: ¿qué alternativa presentan los mediocres candidatos? Ninguna, cuando había que romper con el paradigma llamado unión monetaria afectada por la Zona uro, ellos se enzarzan el políticas domésticas con el propósito de continuar con el seguidismo. Remedando a mi profesor de antaño, con esta clase política y con estos medios de comunicación, la mediocridad en España y Europa está garantizada por muchos años. La sociedad del siglo XX es diferente a la del siglo XXI. En otra ocasión  podemos hablar de la corrupción.      

sábado, 15 de abril de 2017

ESPAÑA, UN PAIS DESENCAJADO


Por Pedro Taracena Gil



El consenso de la Transición en torno a los valores de Dios, Patria y Rey, se enfrenta de pleno con el rechazo de los hijos y nietos, de los que padecimos la dictadura y la muerte del Caudillo de España. La Constitución de 1978 fue tutelada por los vencedores. Es decir, por la Oligarquía económica y los Caciques. El Ejército y la Iglesia. Las generaciones del siglo XXI piensan más en Democracia, Justicia, Igualdad, Tolerancia, Laicismo y Fraternidad. Los Problemas planteados en la sociedad actual no pueden ser gestionados por un régimen anacrónico y sobre todo podrido.

Si tomamos como punto de referencia las democracias de nuestro entono, sin duda, España es un país donde las piezas básicas de su esencia, daría la impresión de que no acaban de encajar, formando una unidad cohesionada.
Claramente va en aumento el enfrentamiento entre los partidarios de la sensibilidad republicana y los más proclives a consolidar la doliente monarquía. La tregua dada por la aparente estabilidad de la Transición, está dando paso a un choque de ideologías que va en aumento. La cuestión de monarquía o república, no es baladí para un país con no pocas heridas sin cicatrizar.
La España del siglo XXI todavía no ha encajado en sus valores constitucionales, el laicismo imperante en Europa. Mientras la Reforma de Lutero y Calvino, España se alineó con el papado de Roma. El Estado aún mantiene un arraigo muy fuerte de confesionalidad católica, a pesar de su aparente aconfesionalidad constitucional.
Nuestra historia reciente nos muestra la consolidación de nuestro nacionalcatolicismo. El golpe de Estado del 18 de julio de 1936, se denominó Alzamiento Nacional, y a sus consecuencias, la Santa Cruzada de Liberación. El invicto general fue nombrado Caudillo de España por la Gracia de Dios. Este título se podía leer en las monedas de la época dictatorial. Efectivamente España se convirtió en un estado confesional, donde el Derecho Canónigo era ley civil. El jefe del Estado tenía potestad para proponer al Vaticano a través de una terna, el nombramiento de los obispos. Tres de ellos fueron procuradores en Cortes por nombramiento directo del dictador. Franco derribó la República por las armas con la complicidad de la Iglesia.
Una vez implantada la dictadura decretó que España seguía siendo un Reino. Implantando el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia. Luego más tarde afloraron las intenciones de instaurar que no restaurar la monarquía, en la persona de un príncipe nieto de Alfonso XIII. Para comprender mejor los desencajes de la religión y la monarquía en España, es preciso recordar que el origen de la institución monárquica es divino. El poder viene de Dios y se deposita en el Príncipe. Las monarquías europeas fueron despojando al Rey de su poder absoluto y surgieron los parlamentos donde el pueblo era soberano.
La instauración de la monarquía en España tiene varios vicios o perversiones contraídos históricamente. Anacronismo y escasa legitimidad. Que agravan el desencaje de los valores democráticos. A través del maridaje Iglesia-Estado y la alianza trono-altar, el origen divino de la autoridad del rey y la religión, alejan la posibilidad de mantener un país laico. La asignatura de Religión desencaja dentro del  currículum escolar. Renunciando a la posibilidad de disponer de una Educación Pública, sin contaminación entre la fe y la razón.
En España se llevan a cabo secuencias y disposiciones que hacen pensar que la religión, lejos de ser una opción privada, está asumida por la política como tradición secular. Sirviendo de pretexto para no abandonar el nacionalcatolicismo. Se observa con naturalidad que el Ministro del Interior, condecore a imágenes de la Virgen, por sus méritos policiales.  Que La Legión asista a los desfiles procesionales como parte de espectáculo religioso. Aunque el disparate llega al delirium tremens, cuando se decreta izar las banderas a media asta, en los edificios público en señal de duelo por la muerte de Dios.
Otros aspectos que distorsionan el encaje dentro de la Carta Magna, son el concepto nación, la bandera nacional y el himno nacional. Estos valores invocan que ESPAÑA ES UNA GRANDE Y LIBRE. El desencaje que anunciamos en el encabezado, se produce porque una parte de los españoles no se sienten pertenecientes a la única e indisoluble  nación. Tampoco se sienten cómodos cobijados por la bandera constitucional. Y el himno nacional no les hace vibrar como patriotas.
Esta situación no es coyuntural es una realidad donde una nación de naciones, cuestiona los pilares de nuestra democracia. Estos aspectos están claramente desencajados en las bases del encuadre forzado por la Constitución Española de 1978.

EL ROMPECABEZAS DESENCAJADO